Se trata de una afección dermatológica que afecta a entre un 5 y un 10% de la población española…y quizás sea de las más estigmatizantes, y eso es debido a la síntomatología tan característica que presenta.
La Rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica que cursa en forma de brotes, es decir los síntomas van y vienen en el tiempo, no están presentes siempre. Entre las características encontramos que afectan principalmente a personas entre 30 y 50 años, en mayor medida a mujeres, aunque si la sufre un hombre los síntomas son más severos, además afecta más a fototipos I y II (pieles más claras).
Los síntomas suelen aparecer en el rostro y con una distribución simétrica, principalmente en las zonas centrales de frente, mejillas, mentón, nariz; respetando la región periocular. ¿Cuáles son esos síntomas?
- Enrojecimiento, inicialmente transitorio centrofacial (flushing), que más tarde se hace persistente.
- Aparición de dilataciones vasculares (telangiectasias).
- Con el tiempo sobre el eritema aparecen pápulas inflamatorias y pústulas indistinguibles de las del acné.
- Ardor y picor en la zona.
- Pueden aparecer cambios fimatosos.
¿Qué hay detrás de la Rosácea?
- Alteración de la función barrera, como en toda patología inflamatoria de la piel, en la rosácea existe una alteración de la función de la barrera cutánea, con aumento de la pérdida transepidérmica de agua (TEWL) y deshidratación de la piel. Las pieles con rosácea se encuentran inflamadas… y esa inflamación produce una alteración en la función barrera de la piel y una pérdida del manto lipídico en determinadas zonas. La piel es más susceptible de deshidratarse y además de sufrir agresiones externas… por lo que son pieles muy sensibles.
- Hipersecreción e hipertrofia de la glándula sebácea, Las pieles con rosácea cuentan con una glándula sebácea hipertrofiada y por tanto con una hipersecreción sebácea. Esto genera una seborrea y un poro más visible… y claro la posibilidad de formarse esas Pápulas y/o Pústulas.
- Predisposición genética, entre en torno a un 30%-40% de los pacientes que presentan rosácea tienen un familiar afectado por Rosácea.
- Alteraciones vasculares, en las pieles con rosácea el flujo basal es el que se encuentra aumentado y la rubefacción principalmente se da en la zona centrofacial, por que es en esta zona donde los vasos son más superficiales, de mayor tamaño y más numerosos que en otras zonas del rostro. La repetición de los episodios de rubefacción desencadena la dilatación de esos pequeños vasos Aparición de TELANGIECTASIAS.
Además son pieles que presentan fragilidad capilar facial y predisposición a la vasodilatación ante estímulos como el calor, el frío, la radiación UV, las emociones… y al consumo de alcohol, especias y bebidas calientes.
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Alteraciones debidas a la presencia de agentes microbianos y parásitos, el Demodex es un ácaro que reside en los complejos pilosebáceos oculares y de la piel ( pestañas, glándulas sebáceas de cabeza y cara). Su presencia aumenta con la edad y el deterioro de la piel. Están fuertemente vinculados a diferentes patologías como la blefaritis, el ojo seco, el acné o la seborrea y también la rosácea, en el caso de esta no tanto la presencia, más bien el aumento en su concentración y de su localización fuera del folículo.
Existen diversos estudios que por un lado relacionan la presencia del H. pylori con una mayor incidencia de casos de rosácea ( en especial con la forma pápulo-pustulosa).
Además también se ha visto que en un gran número de pacientes existe una mejoría de la afección cuando se instauran tratamientos erradicadores de H. pylori
Lo mejor que tiene la enfermedad (si es que tiene algo bueno) es que cursa en brotes, es decir, no siempre la enfermedad está en fase aguda… estos síntomas que te acabo de describir no siempre son visible para los demás, al menos de manera intensa. Lo peor (además de sufrir esos síntomas tan molestos que te he contado) es que a la Rosácea se le asocian otros problemas:
- Problemas oculares, que pueden ir desde la blefaritis hasta el ojo seco.
- Problemas digestivos, existen estudios que relacionan la aparición de rosácea en personas que sufres colon irritable o celiaquía.
- Se ha descrito la asociación entre padecer rosácea y sufrir migrañas.
- Una mayor frecuencia de trastornos del estado de ánimo, como la depresión o la ansiedad.
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