La planta del cannabis ha sido usado por sus propiedades medicinales desde hace más de 4000 años, siendo su uso como analgésico, antiemético, anticonvulsivo y ansiolítico los más pretendidos. Pero el siglo XX fue un mal siglo… poco a poco su uso va decayendo debido a la aparición de otros activos y como remate fue declarado narcótico en la segunda Conferencia Internacional sobre Opiáceos y su consumo penalizado en la mayoría de los países europeos, todo esto hace que la investigación y el desarrollo de las aplicaciones terapéuticas se paralice en mayor o menor medida.
A pesar de esto… se siguió investigando y el primer paso importante lo da el Dr. Raphael Mechoulam, químico y profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, cuando aísla en los años 60 aisló por primera vez el THC (componente psicoactivo del Cannabis) y muchos de los sucesivos cannabinoides presentes en la planta y en organismo.
Posteriormente ya en los años 90, este mismo investigador descubre y describe el sistema endocannabinoide, en el que se describen los receptores cannabinnoides CB1 y CB2 además de las moléculas que actúan sobre ellos… los llamados cannabinoides endógenos.
Se comprobó que los receptores del sistema cannabinoide (CB1 y CB2) estaban implicado en múltiples procesos fisiológicos, modulando diferentes aspectos del sistema inmunitario, el aprendizaje y memoria, el sistema cardiovascular… y a día de hoy existen importantes evidencias que avalan que este sistema endocannabinoide está implicado en la modulación del dolor (crónico y neuropático) y la inflamación.
Se ha demostrado que la activación de los receptores CB1 va a tener un efecto analgésico ya que disminuye la percepción central del dolor, además los receptores CB2 modulan la liberación de mediadores de la inflamación. Y no solo eso, también se ha demostrado que pueden ejercer un efecto sinérgico con el sistema opiáceo.
A raíz de este descubrimiento empiezan a sintetizarse y a estudiarse diferentes moléculas denominadas cannabinoides, ya que pueden unirse y activar esto sistema y que por tanto tienen implicación en la mejora del dolor
En las farmacias vas a encontrar diferentes preparados a base de derivados del cannabis y que puedes usar para el alivio del dolor, como la gama de productos Cannabiben.
- Cannabiben gel, formulado con Cannabidiol, un fitocannabinoide extraído del aceite del cáñamo, que carece de efecto psicoactivo o narcótico. El Cannabidiol (CBD) a nivel cutáneo ha mostrado actividad sobre la respuesta inflamatoria del sistema inmune de la piel, así como actividad inhibitoria de diferentes factores pro-inflamatorios. Por lo tanto, va a ser útil a la hora de calmar dolores crónicos y neuropáticos, generando alivio del dolor y calmando la inflamación.
- Cannabiben capsulas, donde el principal componente de la fórmula es el aceite de cannabis, concretamente de la semilla de la planta, que no contiene ningún ingrediente psicoactivo o estupefaciente. Este aceite de cannabis posee en su composición una alta concentración de ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6, y además los tiene en la proporción adecuada para generar un efecto antiinflamatorio en nuestro organismo. Por eso su uso está concebido como un tratamiento de doble acción… antinflamatorio e inhibidor de la transmisión medular del estímulo del dolor.
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