Todos sabemos lo dañino que es el tabaco, y aún así muchas personas caen y optan por fumar. Al principio todo parece un campo de rosas, y en tus momentos de ocio te alegras de fumar, te jactas de lo bien que sienta el cigarrito en determinados momentos del día, que si con la copa, el café, en el descanso, después de echar un ratito íntimo y bla, bla, bla. Pero cuando te das cuenta estás enganchado y dejar de fumar se convierte en una auténtica odisea.
En este post no voy a escribir sobre los muchos daños que provoca el tabaco para tu salud, creo que todos los conocemos, pero aun a sabiendas, el ser humano es tozudo y fuma. Por suerte, en la mayoría de los casos se arrepiente e intenta dejarlo, y os aseguro que es muy pero que muy difícil, pero no imposible. Solo hay que tener ganas y si tienes un poco de ayuda mejor que mejor y ¿Dónde buscarla? Pues en tu profesional sanitario más cercano, en tu Farmacéutico.
El primer paso que tienes que dar es tenerlo claro, muy clarito si señor porque si comienzas con el rollo de voy a intentarlo o voy a ver si…. Te aseguro que seguirás fumando y es una idiotez pasar el mal rato o gastarse el dinero. Tenlo claro, haz conciencia sobre los daños que produce fumar, porque si no paras, vas encaminado a acortar tu vida, y no porque la luz se apague de repente, lo normal es que mermes tu salud, te cueste respirar, tosas, tengas problemas de salud asociados al tabaco y así peor cada año que pases como fumador, y lo más importante, el tiempo es oro y a más años fumando, más daño te provocas a ti mismo y más trabajo te costará repararlo.
Siempre consulta con tu medico o farmacéutico.
Una vez que lo tienes claro busca ayuda, acude a tu médico o farmacéutico. Ellos te contaran que existen medicamentos de eficacia probada en deshabituación tabáquica y te harán el camino más llevadero hasta que consigas superar la adicción al tabaco:
– Terapia Sustitutiva con Nicotina: La nicotina que inhalas cuando fumas pasa al torrente sanguíneo y es muy adictiva. El poder adictivo de la nicotina es tanto o superior al de otras drogas ilegales, con lo cual es una barrera a tener en cuenta cuando nos planteamos dejar el cigarrito. La encontramos en distintas formas farmacéuticas: Parches, que van suministrando un aporte periódico de nicotina a tu organismo, supliendo así de forma gradual y duradera la nicotina que tu organismo asimilaba mientras fumabas. Existen distintas concentraciones de mayor a menor en función de tu grado de adicción. Lo podremos utilizar de semanas a meses e iremos disminuyendo gradualmente las concentraciones tal y como nos explica el prospecto. Otras formas farmacéuticas que encontramos en las farmacias son los chicles, caramelos e incluso los novedosos sprays Todos estos ayudan muchísimo tenerlos a mano en esos momentos de apretón en los que crees que no puedes más, aportando así ayuda también psicológica, muy importante en estos casos. Nicotinell y Nicorette son las marcas más representativas y lo más importante, estos medicamentos puedes adquirirlos sin receta médica.
– Bupropion hidrocloruro: Principio activo del Zyntabac, antidepresivo que demostró eficacia en pacientes sometidos a deshabituación tabáquica. Así se intenta abordar esta situación ayudando al paciente calmando el estrés, malestar, nerviosismo y ansiedad que provoca dejar de fumar. Con este medicamento el individuo continua fumando la primera semana de tratamiento, los primeros 6 días un comprimido al día, a partir del 7º día se pasa a dos comprimidos al día con un intervalo de al menos 8 horas entre las tomas. A partir de la segunda semana no se puede fumar y se continúa con el tratamiento hasta la semana 9. La segunda dosis es mejor espaciarla con la hora de dormir.
– Vareniclina: Último y más novedoso tratamiento en deshabituación tabáquica y desde mi punto de vista el más efectivo. Requiere de prescripción médica para su dispensación pero es bastante seguro y ha demostrado una eficacia superior a otros tratamientos para dejar de fumar.
El nombre comercial es Champix, es un agonista parcial, y antagonista en presencia de nicotina, de los receptores neuronales para acetilcolina de tipo nicotínico alfa-4, ß-2, y esto se traduce en un descenso notable en las ganas de fumar cuando estás en tratamiento. Al inicio del tratamiento puedes seguir fumando, lo que aporta seguridad al comienzo y ayuda bastante, me refiero a la primera semana de tratamiento, en los casos más severos se podrá prolongar a la segunda semana, pero siempre aconsejo a mis pacientes que interrumpan el consumo de tabaco en la primera semana.
Además de su eficacia hay que resaltar su seguridad, ya que solo ha demostrado reacciones adversas aisladas por hipersensibilidad y de poca trascendencia, que remiten disminuyendo la posología a la mitad o suspendiendo el tratamiento en los casos más severos.
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