🌞 La piel tiene muy buena memoria… así que precaución.
Hay un concepto que me parece muy interesante, y es el de CAPITAL SOLAR, viene a ser como nuestro «saldo» de defensa frente a las radiaciones solares. La capacidad que tenemos de exponernos al Sol sin que nuestra piel sufra un problema…un saldo que se nos va agotando día a día, y cuando se nos acaba… empiezan los problemas
Y es que asocia a ese capital solar existe otro concepto que siempre me ha llamado la atención que es el de la MEMORIA DE LA PIEL, de como esas agresiones son recordadas por nuestra piel hasta llegar a originarnos un problema de salud que puede llegar a ser grave.
Cuando las células de nuestra piel son atacadas por las radiaciones UV, se puede generar una daño en el material genético de esas células por dos tipos de mecanismos diferentes:
1️⃣ Se generan radicales libres que son capaces de dañar el ADN de dichas células. Efecto característico de la radiación UVA
2️⃣ Daño directo en el ADN que produce mutaciones… los llamados dímeros de timina. Efecto característico de la radiación UVB
Lo bueno es que el organismo posee mecanismos de reparación… una especie de servicio de mantenimiento, que es activado y solucionan muchos de esos problemas. El problema viene cuando ese ADN está muy dañado, y entonces lo que sucede es que la célula programa su muerte, una especie de suicidio celular llamado apoptosis.
Sin embargo cuando estas lesiones se producen de manera reiterada, esos mecanismo de defensa pueden fallar. Y claro, esas células dañadas que deberían de ser eliminadas no lo son.
Y de ahí viene la expresión «la memoria de la piel», esas células dañadas, con un ADN defectuoso permanecen en nuestra piel acumulándose… este acumulo puede traer como consecuencias lesiones muy serias.
Fíjate si tiene memoria la piel… que uno de los principales factores de riesgo de desarrollar un cáncer de piel en la edad adulta está directamente relacionado con las quemaduras que sufres en tu infancia. Por eso es fundamental la protección solar siempre y mucho más en niños… como decimos por aquí… el arbolito desde chiquitito.
Y tú ¿Has agotado ya tu capital solar?
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